Una de las prácticas que cada vez es más común entre las medianas y grandes empresas es la implementación de tarjetas de crédito corporativas para sus empleados.
Las tarjetas corporativas son una herramienta financiera que ayudan a las empresas a poder realizar o autorizar gastos sin la necesidad de usar efectivo, además permiten llevar un control más detallado y personal de cómo se está desembolsando el dinero de la empresa, cuánto y quién lo está gastando.
Este tipo de tarjetas cada vez más usadas por las empresas permite controlar y gestionar gastos de forma cómoda y sencilla, por ejemplo, si un gerente constantemente está viajando, una tarjeta corporativa sería una opción ideal para poder prescindir de efectivo en cada uno de los viajes que dicho gerente realice y así no afectar el flujo de recursos y el costo financiero de la empresa.
Uno de los beneficios de tarjetas corporativas es que facilitan la contabilidad y el control de gastos de una empresa, de igual manera se incentiva el conocimiento sobre el capital que se está usando, tanto de los empleados como de los ejecutivos y empresarios.
Otro de los puntos a destacar es que estas tarjetas proporcionan al cliente enormes ventajas como ofertas en hoteles y alquileres de autos, trato preferencial en algunas aerolíneas e inclusive, interesantes paquetes de servicios extras.
Aunque frecuentemente las tarjetas corporativas suponen beneficios para la empresa, hay que tener en cuenta que el mal uso y la errónea administración de éstas puede crear muchos problemas en la parte administrativa del corporativo.
En general los beneficios de tarjetas corporativas son demasiados, empieza a implementar esta útil alternativa financiera en tu empresa y benefíciate de todos los privilegios y rentabilidad que este tipo de tarjetas te traerán.
