En los últimos años se ha hablado mucho de la posibilidad de adquirir una tarjeta empresarial para llevar mejor un control de gastos dentro de una compañía, pero… ¿Cuáles son los verdaderos beneficios de tener una tarjeta corporativa?
El control del efectivo, los gastos de administración y el pago a proveedores, muchas veces suelen ser un dolor de cabeza para los departamentos administrativos de cualquier tipo de compañía, en este sentido, el uso de la tarjeta empresarial ha resultado ser una buena opción para registrar el flujo de capital de una manera más ordenada y se ha posicionado como una de las soluciones empresariales más efectivas.
La posibilidad de volver más ágiles e inmediatas las compras empresariales en tiendas físicas o en línea, e incluso el pago de servicios, han hecho que éste tipo de plásticos sea de gran importancia ya que evitamos, por ejemplo, el manejo de grandes cantidades de efectivo o cheques para dar anticipos. De esta manera podemos integrar todos los gastos en una sola fuente de pago o repartirlos en diversas tarjetas con el fin de mantener un registro y saber en qué estamos gastando el dinero de la empresa.
El tipo de pago de nuestras tarjetas corporativas determinará si son de débito, crédito o de servicio y, dependiendo de las necesidades de la compañía, se pueden obtener reportes semanales de los gastos de cada uno de los empleados que hagan uso de ellas.
Sin duda esta opción es realmente rentable para lograr que las compras corporativas y el proceso de pago a proveedores sean más eficientes e inmediatos, por lo que es importante fomentar entre los empleados y ejecutivos el buen uso de las tarjetas empresariales para obtener una mayor optimización de los recursos.