Consolidar la deuda de una tarjeta de crédito: qué necesitas saber

La consolidación de deuda de una tarjeta de crédito puede ser una buena acción financiera para tu economía personal. El hecho de poder iniciar un proceso de pago de deuda de la tarjeta va a mejorar tu posición de crédito. Sin embargo, la consolidación de deuda también puede acabar dañando a tu puntaje crediticio. Vamos a conocer un poco más a fondo todos estos aspectos.

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¿Qué es la consolidación de deuda de la tarjeta de crédito?

Cuando se habla de consolidación de deuda sobre una tarjeta de crédito, realmente lo que se quiere expresar es la solución a un problema: un endeudamiento con la tarjeta que puede llegar a ser difícil de afrontar.

Por tanto, lo primero que debemos tener en cuenta es que realmente con la consolidación lo que pretendemos es pagar una deuda. Esto hace que no exista una única forma de consolidar la tarjeta de crédito.

Las formas más comunes son dos:

  • A través de la refinanciación: en este caso lo que se hace es obtener una financiación añadida capaz de pagar la deuda de la tarjeta y reducir los intereses y costes comparativamente. Es decir, aquel préstamo que has solicitado tenga un impacto menor en sus cuotas mensuales sobre tu bolsillo.
  • A través de la congelación de deuda: esto es menos frecuente, pero también se puede obtener. Lo que se hace en este caso es paralizar la deuda durante un periodo de tiempo pactado con el emisor de la tarjeta. El modelo más habitual paralizar solamente la aplicación de intereses, pagando el principal. Aunque, en algunos casos, puede llegar a solicitar una prórroga de las cuotas durante X mensualidades.

También existen fórmulas mixtas, en este caso, accedería a una financiación añadida, pero durante un periodo de tiempo dicha financiación no te cobraría intereses. Por ejemplo, solicitar un préstamo a 24 meses en el que los seis primeros meses sólo se paga el principal, no debiendo pagar intereses.

¿Por qué afecta la consolidación de deuda a tu crédito?

Realmente existen dos motivos importantes, aunque, pueden existir otros motivos menores.

El principal de estos motivos es que, generalmente, para poder hacer una consolidación de tarjeta de crédito vas a tener que solicitar otro préstamo. Esto implica, necesariamente, que un nuevo prestamista vaya a acudir a tu puntaje crediticio, y por otro lado, que tú puntaje crediticio se reduzca tal y como ocurre cuando vas acumulando préstamos.

Podríamos pensar que, al solicitar un préstamo para pagar una deuda de crédito de una tarjeta, se compensa en el puntaje crediticio una operación con otra: realmente no es así. Ten en cuenta que lo primero que se va a considerar es que no has sido capaz de asumir el primer crédito y que has necesitado refinanciar el segundo.

Si bien es cierto que una operación de refinanciación puede ser realizada simplemente para mejorar las condiciones del préstamo, o en este caso del crédito de la tarjeta, también es cierto que en el análisis crediticio contará como una operación más a sumar. Es decir, a restar de tu puntaje.

Por otro lado, recuerda que el hecho de la investigación del prestamista sobre tu estado de crédito puede llevar consigo la solicitud de un informe crediticio. Esta solicitud también puede reflejarse en tu puntaje.

Otro aspecto interesante, que influye en el daño que se puede recibir en el crédito al consolidar una deuda de tarjeta de crédito, es el potencial impago de la deuda inicial. Cuando la refinanciación se ha producido motivada por un impago, esto se va a reflejar de manera segura en tu historial crediticio. Es decir, aunque acabas de saldar la deuda, el impacto sobre tu puntaje crediticio se habrá producido.

La buena noticia, en todo caso, es que, si abonas de manera continuada y sin ningún problema añadido el préstamo nuevo, basta poder recuperar una buena parte del puntaje perdido. Cuidado, a veces las empresas especializadas en reunificación de deuda anuncian que esta recuperación es inmediata, esto no es cierto. Se trata de un proceso: el puntaje crediticio perdido no se recupera de un día para otro.

¿Cuándo te interesa y cuándo no consolidar la deuda de las tarjetas de crédito?

Como hemos visto, una acción de consolidación de tarjeta de crédito va a suponer prácticamente en todos los casos cierto daño a tu puntaje crediticio. Por eso, es muy importante que se valore bien este tipo de operaciones antes de realizarlas.

Vamos a analizar algunos casos en los que sí puede resultar interesante y otros en los que no.

La consolidación de tarjeta de crédito puede resultar adecuada cuando:

  • Puedes abonar la deuda con recursos propios: en este caso, al no acudir a financiación, no vas a notar absolutamente nada sobre tu puntaje crediticio
  • Cuando tienes ingresos estables que te permiten pagar el nuevo préstamo sin problemas: en este caso, aunque tú puntaje crediticio puede sufrir algo, recuperarás en un plazo razonable dicho daño
  • Si tienes una propuesta de congelación de deuda: en esta opción, al no tener que pagar la deuda inmediatamente, te da tiempo a reorganizar tus finanzas y que tú puntaje crediticio no sufra. Sin embargo, recuerda que en algún momento debes volver a abonar los intereses del principal, con lo cual, si vuelves a una situación de deuda tu crédito se dañara

Por el lado contrario, cuando todos los aspectos anteriores son negativos, puede no tener sentido realizar una consolidación de deuda.

Por ejemplo, si no tienes recursos propios y debes recurrir a una financiación cara, realmente no va a tener mucho sentido ya que acabarás pagando más de lo que debes. Tampoco tiene mucho sentido solicitar un nuevo préstamo si no lo vas a poder abonar, es mucho más adecuado, en este caso, renegociar el importe de la deuda con el emisor de la tarjeta.

 

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